Foto: Fran Reggiardo
El 2020 estuvo lejos de cumplir con los anhelos y las proyecciones del básquet santafesino. La pandemia que asola el mundo y las medidas gubernamentales que lógicamente se tomaron para combatirla, obligaron a reducir al mínimo las actividades con todo el dolor y la angustia que ello conlleva en toda la familia del deporte provincial. Cada uno de los protagonistas, colaboradores y amantes del básquet santafesino sufrió en carne propia la bronca de no contar con una parte importante de su vida pero, en definitiva, fue el método más efectivo de defensa contra una enfermedad que sigue amenazando a todos. Si bien poco a poco se está recuperando la actividad desde los entrenamientos, el deseo para 2021 es renovar las expectativas, poder encontrar a las asociaciones desarrollando sus actividades con las autorizaciones correspondientes y la puesta en marcha de las diferentes competencias federativas, sumado a la labor conjunta con los proyectos de la Confederación Argentina.
A lo largo de los años el básquet de Santa Fe estuvo a prueba muchas veces y siempre salió airoso. En los últimos tiempos supo recuperarse de un momento aciago como fue la no presentación en el Argentino de 1998 a defender el título en un momento institucional complicado del cual salió con un trabajo dirigencial que lo proyectó no sólo a jugar sino también a organizar tres Argentinos en seis años, a generar competencias internas como nunca antes y a sumar a las asociaciones al trabajo activo del día a día.
Y en 2003 tras el tremendo golpe de las inundaciones Santa Fe defendió su Argentino y con la solidaridad de todos pudo jugarlo en Sunchales.
Los seleccionados ganaron en seriedad no sólo en mayores sino también en las inferiores, con todo lo necesario para entrenar, para proyectar y para viajar a los diferentes destinos. Los jugadores santafesinos inundaron las categorías superiores del básquet nacional y del exterior y los seleccionados nacionales se nutrieron de ellos.
Más allá de las crisis económicas y de los vaivenes del país, el apoyo de clubes y padres generaron torneos formidables, tanto en las Ligas Formativas como en los torneos Interasociativos cada vez más apasionantes.
En la pandemia de Gripe A se pudo trabajar junto a las autoridades de salud para que el básquet regrese e incluso se recibió una vez más a la selección nacional en la preparación para el Premundial 2009.
La crisis de la Federación Femenina generó la llegada de las competencias de mujeres a la Federación Santafesina y el avance fue muy grande, expandiendo la disciplina, afianzando a Santa Fe como el mayor exponente del país y también nutriendo a las selecciones nacionales.
En otro momento difícil desde lo económico, nacieron las Liga Provinciales que se transformaron en Copa Santa Fe y en la que se dio una mixtura de alta competencia, amor por la camiseta y formación de valores. El ida y vuelta con asociaciones y clubes fue cada vez más grande, y la difusión estuvo a la altura para que nadie se lo pierda.
Cientos de cosas sucedieron, miles de resultados deportivos, torneos nacionales e internacionales organizados, algunas tristezas, muchas alegrías, errores de los que aprender y aciertos para aplaudir. Lo cierto es que otra vez el destino pone a prueba al básquet santafesino como a la sociedad toda. El deseo es que el 2021 muestra una vez más la capacidad de resiliencia y de trabajo en conjunto para salir adelante todos. Que el nuevo año nos permita reencontrarnos en una cancha de básquet disfrutando de deporte que amamos.
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